Museo voraz
Una ladrona de arte construye un museo con una colección de obras creadas por artistas colombianas. Angélica Ávila se aleja de los lugares comunes de los textos sobre arte y explora los límites de la contemplación: observa, describe e interpreta. En el Museo voraz, una obra puede evocar un recuerdo íntimo o un deseo oculto, puede dar ganas de comer una fruta o de escribir un poema.
Angélica Ávila Forero (Bogotá, 1996) estudió Artes Plásticas en la Universidad de los Andes, hizo un semestre de cerámica en Seoul National University y actualmente hace parte de un colectivo de ceramistas. Ha querido ser abogada y actriz de teatro. Vive con sus gatos Raúl y Ana Lucía y este es su primer libro publicado.