Así limpio el mundo
La ley del hambre ya no me rige
Nada me duele. Ni los afectos.
Así limpio el mundo es un libro que se abre como las alas de los buitres, un libro que (como la vida y la muerte) empieza también cuando termina. Santiago Guevara superpone técnicas y cuerpos, deja ver las costuras de cada trazo como quien separa la carne de un hueso. Mientras tanto, María Tabares contempla con profundidad el consumo y los restos, hace círculos de plumas en cada verso y le canta a quienes trabajan con la muerte. Ya lo dijo Chantal Maillard “esto no puede hacerse de otra manera que entendiendo lo que a todos nos asemeja: el hambre, el miedo, el dolor, la pérdida”.